Chelsea Manning cumple condena de 35 años de prisión por
facilitar la publicación en Wikileaks de material clasificado secreto por el gobierno
de Estados Unidos. En esos documentos se revelaban posibles violaciones de los
derechos humanos.
Amnistía Internacional organizó, el día 10 de diciembre, en
la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de
Madrid, un acto con la presencia de la
periodista norteamericana Alexa O’Brien para recordar y actualizar la situación
en la que se encuentra Manning.
O’Brien recordó que
el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura calificó las condiciones en las
que el encarcelado Manning estuvo a la espera de juicio como crueles e
inhumanas. El tribunal militar que lo juzgó, señaló la periodista, se negó a
tener en cuenta esas condiciones porque ese organismo de la Naciones Unidas no
podía controlar el sistema jurídico norteamericano. Solo admitieron descontar ciento diez días de
los 35 años a los que fue condenado, aunque estuvo once meses a la espera de
juicio.
Sobre la actuación de los Estados Unidos en Irak, la
periodista norteamericana recordó que Amnistía Internacional y Naciones Unidas
instaron la investigación referente a las entregas de prisioneros a las tropas
iraquíes por parte de los estadounidenses y puso como ejemplo que el diario The
Guardian publicó un informe sobre la falta de investigación de cientos de
torturas sistemáticas por la policía de Irak.
Volviendo a Manning,
Alexa O’Brien aportó el siguiente dato: 200.000 cables calificados como
secretos filtrados por él, ya eran conocidos por 500.000 personas (militares y contratistas).
Entre los cables divulgados había uno sobre el homicidio de un agricultor y su
familia: previamente esposados y mostrando disparos en la cabeza. Un alto cargo
norteamericano afirmó que las informaciones eran falsas.
Señaló también la periodista que la condena de Manning es
una campaña de Obama para mostrar ejemplaridad con el fin de evitar más
filtraciones y denuncias sobre violaciones de derechos humanos en Irak,
utilizando una ley contra el espionaje que data de los primeros años del siglo
XX. También indicó la falta, en el juicio, de un estudio sobre el alcance del
daño provocado por la filtración de los documentos; medios de prensa norteamericanos
pudieron obtener después un estudio del departamento de Defensa en donde se
calificaba el riesgo de producir daños como bajo o medio. Esto no se tuvo en
cuenta en la condena. O’ Brien afirmó que no hay rendición de cuentas en los
países en los que intervienen los Estados Unidos; las personas,
individualmente, pueden tener imperativos morales o éticos, los estados no.
Del turno de preguntas a la periodista destaco las
siguientes:
P. ¿Cómo vive la sociedad norteamericana este caso?
R. El juicio reflejó el estado de la sociedad en Estados
Unidos. Poco interés, asistieron muy pocos periodistas y abogados.
P. ¿Ha tenido Vd. algún problema por implicarse en este
caso?
R. A pesar de estar
acreditada en el juicio me sentía amenazada y vigilada. Los compañeros
periodistas me decían que me querían echar porque estaba haciendo una
transcripción “demasiado buena”. La presencia de otros compañeros evitó mi
detención.
P. ¿Ha sufrido Manning burlas por ser una persona transgénero?
R. Antes de su detención se le diagnosticó dismorfia de
género, pero le recomendaron mantenerlo en secreto. El trato que ha recibido
está influido por prejuicios y le han negado tratamiento psicológico y médico.
P. ¿Cómo está de ánimo?
R. No tengo contacto directo con él, pero sus abogados dicen
que tiene el ánimo suficiente para escribir
artículos en defensa de las personas transgénero.
P. ¿Cómo se le está ayudando?
R. En la actualidad no recibe tratamiento. Al encontrarse en
una prisión militar no tiene los mismos
derechos que en otro tipo de cárcel federal. En estas últimas se tiene derecho
a tratamiento de dismorfia de género; varias sentencias judiciales corroboran que en
las prisiones estas personas tienen derecho a vivir como transgénero.
P. ¿Cómo se puede producir algo así en los Estados Unidos?
R. Ningún país es excepción. Suele suceder que los que más
se jactan de respetar los derechos humanos cometen este tipo de actos.
P. ¿Cuál fue el detonante para que Chelsea Manning filtrara
la información?
R. Se le obligó a encontrar pruebas contra unos iraquíes que trabajaban en una
imprenta. Al revisar los artículos comprobó que se trataba de disidentes del
gobierno de Irak. Se le ordenó que encontrase más pruebas. Si no hacía nada,
los disidentes serían entregados a las autoridades. Ese fue el detonante.
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